domingo, 14 de agosto de 2016

Monseñor Ollaquindia, precursor de la Compañía de Jesús en Guayana nos habla sobre el Padre Palacios s.j.

Historia del Loyola Gumilla de la mano de uno de sus protagonistas 

Publicado en el año 2006
Para los Antiguos Alumnos del Loyola Gumilla es de considerable relevancia el nacimiento de la institución y que esta historia quede clara para aquellos que la desconocen.  Por lo tanto es necesario remontarse a la década de los años 60 en la lúcida memoria del Padre Santiago Ollaquindia, quien evoca con nostalgia los comienzos del colegio y destaca la labor de uno de los legítimos fundadores del plantel. Esta personalidad es el reverendo Dr. Gonzalo Palacios s.j., Conde de Borao, quien nace el 20 de Noviembre de 1894 en la ciudad de Zaragoza, en España. Allí hizo sus estudios de bachillerato en el colegio El Salvador.   



En 1910 ingresó en la compañía de Jesús, haciendo entonces los cursos de humanidades clásicas, obtuvo un doctorado en filosofía, teología y ciencias médicas. Después realizó estudios de teología, Sagrada Escritura y Derecho Canónico en Holanda y Estados Unidos. Posteriormente, efectúa sus reválidas de estudios médicos en la Universidad de Columbia en Nueva York, así mismo, asiste a la Escuela de Medicina de Puerto Rico. Luego fue síndico y presidente de la Universidad San Javier en la India, Bombay.  Igualmente, construyó bibliotecas, viviendas, capillas, estadios, etc, que ponen de relieve la preocupación del Padre Palacios por los problemas de la educación, la filantropía y el bienestar de sus semejantes.

Dr. Gonzalo Palacios s.j., Conde de Borao

En su afán de trabajador infatigable, colecciona especies animales y vegetales, también funda un excelente museo. Viaja por África del sur y Europa, en 1942, en misión de estudio relacionados con la organización de centros educacionales y existenciales.  Llevó a cabo algunas publicaciones que merecen mencionarse, tal como La Supermicroscopia electrónica en la cual incorpora estudios como pionero en dicho campo, que realiza en el Rockefeller Institute For Medical Research de Nueva York, también Trabajos de morfología vegetal y psiquiátrica y catolicismo.  

El Padre Palacios s.j. en su despacho
Comenta Ollaquindia: “En Diciembre de 1955 llega a Venezuela, prestando sus servicios inmediatamente en la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, en la cual fue nombrado profesor de microbiología y director de Relaciones Públicas.  Durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, Palacios hizo buenas relaciones con la Orinoco Mining Company, la Creole Petroleum Corporation y el Ministerio de Relaciones Exteriores, por lo tanto, al manifestar apoyo con algunos ámbitos del gobierno de Pérez Jiménez, esto no le agradó a la UCAB, tanto así que cuando cae la dictadura deciden prescindir de las labores del Padre, así que lo asignan a Mérida.” 

Sin embargo, él era amigo del General Rafael Alfonzo Ravard, quien para aquel entonces creaba la CVG, es así como llega Palacios a Guayana junto con un muchacho que le ayudaba, llamado Pedro Trullas, quien a su vez tenía el cargo de Relaciones Industriales en la Orinoco Mining Company.  Dicha compañía, al igual que la industria del petróleo en el Zulia, estaba comenzando el urbanismo en la región, los campos A1, A2, B y C de Ferrominera, eran las primeras urbanizaciones hechas para los trabajadores de la empresa, al igual que los Colegios Diego de Ordaz I y Diego de Ordaz II, en los cuales ayudaba Palacios.  


“Como estos colegios eran de uso exclusivo para hijos de trabajadores de la O.M.C., los contratistas no tenían opción para que sus hijos estudiaran allí y acuden al Padre Gonzalo Palacios para ver si puede ayudar a crear una escuela de educación primaria para estos niños, a lo cual él acepta y la O.M.C. da el dinero para que se cree dicha escuela llamada Capitán Domingo Zorrilla, militar del tiempo de la Colonia que vivía en la región, dicha entidad educativa era gratuita y quedaba por el sector "Los Monos" de Castillito, frente a la estación de servicio.” 

Al poco tiempo se crea una escuela técnica, frente a los centros comerciales El Trébol, específicamente en el edificio Abarca, allí comienza el Instituto Gumilla, inspirado en el Misionero Jesuita José Gumilla, quien fue autor del Orinoco Ilustrado en el siglo XVIII, esta academia también era gratuita para no crear diferencia con las otras instituciones. La misma estructura servía de noche como escuela de secretariado.

El Padre Ollaquindia fue designado en el año 1966 para ayudar a Palacios, ya que poseía una gran trayectoria como educador, era licenciado en Filosofía y Letras, así que era la persona indicada para venir a socorrer la plaza.    “Me asignaron el primer año de bachillerato para dar castellano y literatura, eran aproximadamente 72 muchachos, sólo varones. Pero cuando Palacios muere, en 1967, la compañía de Jesús tiene que resolver la situación de que la institución fuese de hombres nada más. Mientras resuelven eso el General Ravard promete construir El Nazaret, La Salle, El Fátima y el Loyola, para que las congregaciones encargadas de ellos fueran pagando lo que costaban esos edificios por medio de becas.


Como el Loyola no abrió inmediatamente, las hermanas de Nazaret recibían mientras tanto a niños y niñas en el kinder.”  Cuando por fin nace el Loyola sólo, envían al Padre Andueza s.j., el Hermano Armentia y el Hermano Juan, así como también las Hermanas de Cristo Rey.  El primer Loyola estaba en el Parque Cachamay, al final, justo donde está el elevado, allí habían unas barracas. Los curas vivían en Macagua hasta que se mudaron a las barracas.



Como las condiciones eran precarias, deciden construir provisionalmente en Chilemex, donde está la Universidad Experimental de Guayana, para atender a niños desde kinder hasta 5to. grado, esta sería la sede mientras terminaban las instalaciones actuales. “Yo llegué aquí cuando los Padres estaban viviendo en esa comunidad de Chilemex. Yo dormía ahí, en la mañana iba al Gumilla y en la noche me quedaba en la escuela de secretariado.”  


Muere Palacios y hay que solucionar el hecho de que había dos entidades educativas de la Compañía de Jesús, una que era pagando y mixta (Loyola), la otra gratuita y de varones (Gumilla).  Así que, Palacios, antes de morir pone la administración y la organización bajo la Fundación PALBOR  “Palacios de Borao”, todos los edificios que estaban por la cuadra del Gumilla, los cuales construyó el mismo con la ayuda de la O.M.C., por eso esa calle lleva el nombre del reverendo.  Frente a PALBOR estaba el Sr. Jack Rosenzweig, un judío egipcio que sale de Egipto cuando muere el Rey.


“El es quien monta la primera fabrica de hielo en la zona para satisfacer las necesidades de la época, ya que no habían neveras. Jack se levanta a base de su trabajo y coloca una inmobiliaria, entre otras cosas.”  Palacios vende estos edificios a Pedro Trullas para que prosiga con su proyecto y del dinero del alquiler de los edificios se mantenga el Gumilla.  Ravard pone una condición, para que no se pierda la obra de Palacios le agreguen el nombre de Gumilla al Loyola y que siga siendo mixto.  Así pues, nace el Colegio Loyola Gumilla, cuna de insignes guayaneses, formados para “Amar y Servir”.

KAM 

Toma aérea del Colegio Loyola Gumilla. FOTO: Evelio Lucero

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