Entre Dos Mundos Radioshow

Programa radial conducido por la licenciada Karla Ávila.

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sábado, 13 de febrero de 2016

De Sumito para mi hijo Gabriel

Escrito redactado y publicado en el blog de Sumito Estévez dedicado a mi hijo Gabriel.


DOMINGO, SEPTIEMBRE 16, 2012


#300


Las efemérides poseen una magia que supera la lógica. Podemos argumentar, no sin razón, que fines de año, días de la madre o aniversarios, no son mas que convenciones que nos inventamos para darle un sentido, que va de lo comercial a lo nostálgico, a días que no son sino la sucesión de otros días iguales. Pero por mucho que traten de convencerme que el día de la madre “debería ser todos los días del mundo” o que el 31 de diciembre no es sino un día inventado por el papa Gregorio XIII para poder darle final al ciclo de 365 días, me emociona llamar a mi Mamá en su día y repartir abrazos a diestra y siniestra los fines de año. No es diferente con esta columna. La que leen en este momento es la número 300 que escribo (¡Casi seis años!), y aunque podría argumentarse que 300 es tan digno como 299 o 301, no niego que se trata de una cifra que me provocaba celebrar desde que me di cuenta que me iba acercando a ella. ¿La dedicaría para hacer un resumen? ¿Sería acaso una carta abierta que no termina de cuajar y que sigue en pendientes? No lo sabía. Solo sabía que quería que fuese especial para mi; y ya en deuda con la entrega a la redacción de El Nacional de estos caracteres que a veces se vuelven infinitos, me dieron un paquete. Adentro de él, un niño de 13 años llamado Gabriel me dejaba de regalo por escrito mi preciado artículo 300.


“Hola Sumito soy Gabriel, te fui a visitar a Mondeque en el mes de Abril, y me gustó mucho la atención que nos diste, no se si recuerdas que soy de Pto. Ordaz. Esa vez que vine solo comí una torta de chocolate porque soy alérgico a los productos de mar, me dijiste que cuando volviera te avisara para ver si era posible cocinarme otra cosa que no fuera del mar. Tengo 13 años y me siento orgulloso de tu trabajo. Te dejo este pequeño obsequio que representa varias zonas de Venezuela como agradecimiento por tu buen trato. Gracias por todo”. La nota manuscrita con letra de niño pero con la ortografía impecable que muchos desearíamos, venía acompañada de una franela con un “Yo ♥ Venezuela” y figuras de madera de frutas venezolanas para pegar en la nevera con imanes.

Más allá de lo increíblemente halagador que fue el regalo, de lo arrugadito que me quedó el corazón, con su nota Gabriel resumía lo que nos ha pasado en esta última década.

Esta es la década en la que la cocina, fundamentalmente gracias a la televisión, se convirtió en un fenómeno de masas que democratizó el espectro de quienes la entienden como fenómeno cultural y la ven como opción. Los cocineros salieron de sus mazmorras anónimas, en donde estaban encerrados a cal y canto por quienes consideran un delito las desviaciones de lo artesanal y del acervo imperturbable, para convertirse en parte de una sociedad que construye identidad evolucionando de manera orgánica. Hace diez años un Gabriel de 13 años probablemente no habría considerado al oficio de la cocina como opción existente, y el que un niño ahora vea con aprecio a los gestores de algo tan intangible como la cocina, vale el peso de esas letras en oro.

Más importante aun, Gabriel asocia la cocina a una forma de identidad de lo que somos como país. En tiempos en los que el nugget se impone en ese adefesio llamado “comida para niños”, que no es más que una forma de robarle a ellos su memoria gustativa, el que un niño decida dar como ofrenda figurillas de frutas tradicionales que, y vuelvo a citarlo, “representa varias zonas de Venezuela”, implica que estamos ante una generación que asocia su despensa y sus aromas de manera inequívoca a lo que somos. Pudo haberme dejado la nota. Pudo haberme inclusive dado los imanes. Pero también metió en la bolsa una franela que dice Yo amo a Venezuela. Una cosa es ofrendar por admiración, y una muy distinta es considerar el sentido de pertenencia como la ofrenda misma.

Muchos en este país están trabajando para que logremos una marca-país que, más allá de los necesarios logotipo y eslogan, permita apuntalar el mercadeo de Venezuela desde su cúmulo de valores inmateriales. Los países que lo han logrado han probado con creces (y con su ejemplo) lo positivo que ello ha sido para su crecimiento, tanto psicológico como económico, de sus habitantes. Creo firmemente que nuestros valores gastronómicos poseen la solidez suficiente como para ser elemento protagónico en la fórmula que busca esa meta. Para lograrlo se necesita trabajar duro y documentar sin parar, pero sobre todo se necesitan Gabrieles que, cándidamente y sin tapujos, sientan que somos el mejor país del mundo, con la mejor comida y las frutas más bellas.

A Gabriel de Bastos, con infinito agradecimiento le dedico esta columna 300. No por cosecha, sino por el futuro que nos prometen esos niños que en un quinquenio estarán tomando decisiones.

Sumito Estévez
El Nacional



Alcanzar una estrella - Encuentro con Sumito

De pronto, conversando con una amiga sobre los hijos y lo especiales que son para cada madre, recordé uno de tantos momentos maravillosos junto a mi hijo.

Todo comenzó una noche del año 2011 al ver el programa de televisión del canal Gourmet de Sumito Estévez quien, en ese episodio recorría un lugar de Venezuela para explicar el origen de varios ingredientes que se utilizan con frecuencia pero muchos no saben la historia de su procedencia, explicación que este chef acotaba con facilidad y cariño por documentar cada detalle.

Justamente por detallista, supongo yo, que a mi hijo (de 11 años) le llamaba la atención aquel programa y me decía: "Qué fino saber de donde vienen las cosas, me gusta la manera como explica todo...". Se quedó pensando y retoma la conversación diciendo: "Qué bueno sería conocer a Sumito, pero es imposible". 

De inmediato di un salto y le dije desde lo más profundo de mi alma: "Hijo, nada es imposible, claro que sí lo podemos conocer, ya vas a ver que sí. Además él no es inalcanzable, es un ser humano como tú y como yo. Te apuesto a que sí lo conocerás". Dentro de mí no habían planes de contactarlo en ese momento. El tiempo pasó y se me olvidó el tema...

En abril de 2012, viajé con mi hijo y mi madre a Margarita con motivo de asistir a un Congreso. Ellos se quedaron en Porlamar y yo en Pampatar, muy cerca de "Mondeque", el mercado gourmet y restaurant de Sumito allá en la isla. 

Como tengo la costumbre de ver el canal gourmet, no sé, me encanta ver sus programas que no sólo hablan de comida sino de cultura, sabores, olores, países... pues, me enteré días antes de viajar que en Pampatar estaba ubicado el restaurant de Estévez y que mejor aún, con frecuencia él mismo atendía a sus comensales. Eso me puso a pensar ¿Será esta la oportunidad de demostrarle a mi hijo que los sueños si se pueden lograr cuando uno se lo propone

Llamé. Pregunté cómo era el protocolo porque era por horarios y de una vez asomé mi inquietud por saber si su ilustre dueño iba a estar allí, a lo que una simpática y amable mujer me contestó: "Justamente acaba de llegar de Argentina, es muy posible que sí esté presente estos días". Entonces quedamos en confirmar de mi parte al llegar a la isla.

Luego de instalarme en mi hotel y registrarme para el congreso, reservé para 5 personas porque decidí invitar a unos amigos. Pero eso sí, aquello iba a ser una sorpresa para mi cumpleañero que ya pisaba sus 13 años. Me dije a mí misma, por si acaso Sumito no está, no le digo nada... si llegamos al restaurant y aparece, pues... Sorpresaaaaa!!!!

Y fue así como le avisé a su abuela que lo llevara hasta allá. Por mi parte me fui en taxi desde mi hotel que quedaba muy cerca. 

Lo gracioso del momento es que justo cuando iba pasando por la iglesia del Cristo del Buen Viaje, me concentré y le pedí con mucha fe, como si tratara de algo de vida o muerte: "Padrecito hazme el milagro para que Sumito esté allí". Luego me dio como pena pedir por algo tan tonto, existiendo tantos problemas tan grandes en el mundo... pero bueno, así somos las madres, cada alegría de nuestros hijos es una bendición, es todo un acontecimiento.

Casualmente llegamos todos al mismo tiempo al restaurant y al abrirse aquellas bellas antiguas puertas de madera salen Sumito y su esposa... Yo estaba feliz, le veía la cara a mi hijo y estaba pasmado, ja ja ja ja. Su abuela le decía: "¿Sabes quién es él? y el niño se le quedaba viendo fijamente como diciendo: ¿Será o no será quien creo que es?... pronto reaccionó y dijo: "Creo que sí sé quien es". Todos comentamos al unísono: "Es Sumito".

Aparte de la bella sorpresa de bienvenida, por ser la primera vez que íbamos, nos comentaron como era el servicio, el jefe de cocina, Javier Lugo explicó cada plato del menú y de verdad que estábamos todos maravillados con la atención.

Al poco tiempo se acercó Sumito a la mesa a conversar con todos, en especial con Gabo, parecían dos amigos que tenían mucho tiempo sin verse. Fue genial... Mi sonrisa no se borraba con nada.

Comimos muy bien, pedimos distintos platos para degustar un poquito de cada uno. Entre ellos los fish and chips, ceviche, causa limeña y una gran torta de chocolate para mi hijo porque es alérgico a productos del mar (pequeño detalle)... eso sí, no nos fuimos sin probar el fabuloso bombón de piñonate, toda una delicia.

Después de una hermosa velada y tomarnos las respectivas fotos para el recuerdo, nos fuimos, cada quien a descansar... No sin antes decirle al oído a mi Gabo: "¿viste? Sí pudiste conocerlo, todos tus sueños se pueden hacer realidad"


Pasaron unos meses y volvimos a la isla de Margarita, esta vez de vacaciones. De ida hicimos escala en Puerto La Cruz; la tarde que llegamos salimos a caminar para ver el atardecer desde el Paseo Colón, allí hay muchas tienditas, por lo cual decidimos entrar a una donde venden souvenirs, estos recuerditos de cada región, por lo cual se me ocurrió preguntarle a Gabriel: "¿Qué te parece si le llevamos un regalito a Sumito?"... 
A lo que de inmediato me respondió: "Sííííí, me parece fino porque de verdad que nos atendió muy bien, fue muy amable, parecía de la familia. Mamá, es que en nuestra ciudad no atienden así de bien en ningún sitio y mira como nos atendió él que es una estrella famosa".

Yo no pensé que me iba a dar esa respuesta tan filosófica pero sí, así es mi hijo, siempre sacando reflexiones de casi todo. 

De ese modo se fue a recorrer la pequeña tienda y eligió varias cosas de distintas regiones del país; eran unas frutas de madera hechas en Lara para pegar en la nevera con imanes, una pulsera de goma con la bandera venezolana y una franela que decía: "Yo Venezuela"
Muy significativo en un momento en el que irse del país era común para muchos que decidieron por mejor calidad de vida.

Al otro día cruzamos en el ferry hacia la isla, después de varios días de playa, pasamos por "Mondeque" con la mala suerte que Sumito estaba de viaje para Argentina, esto desconcertó un poco a Gabo, pero ya estábamos allí, así que le escribió una nota con sus datos y una dedicatoria, dejó el regalo con una amable señora y nos fuimos.

Ya de vuelta de las vacaciones... tiempo después, en tierra firme, en nuestra ciudad, preciosa, pero donde atienden mal al público, recibo una llamada de mi hijo con una voz nerviosa pero feliz que me dice: 
"Mamá adivina quién me llamó? Adivinaaaa... Me dijo que compráramos el periódico porque me escribió algo..." 
No sé, me sorprendió y le dije: " Hijo no tengo idea, ¿de quién me hablas?"
"Mamá me llamó Sumito. era él... me llamó a mi teléfono..."

Así fue... compré el periódico y allí estaba aquella columna, el escrito número 300 de Sumito Estévez para ser exacta, estaba dedicado a Gabriel, mi pequeño ángel, quien siempre me motiva a ser mejor, a reflexionar, a ser mi motor de vida.

Me sentí tan feliz... al mismo tiempo se movieron varias fibras en mi interior, el amor por lo nuestro, nuestros paisajes, nuestros sabores, los valores... entre otras cosas.

Así que luego de contarles toda la historia completa, no me queda más que compartir el escrito que le dedicó a mi hijo, pero lo haré en otro post aparte para no hacer este más largo. 

Aquí el link para leerlo directamente en el blog de Sumito. Escrito 300 de Sumito Estévez

Espero que sea motivo de inspiración para seguir amando a Venezuela, a nuestros niños, paisajes, cultura; sobre todo al prójimo, a ese que no es de nuestra sangre pero es coterráneo y nos necesita.


KAM®

La Lcda. Karla Avila entrevista a la Abog. Beatríz Borges de CEPAZ - 27/11/2015

La Lcda. Karla Avila entrevista a la Abog. Beatríz Borges, directora del Centro de Justicia y Paz (CEPAZ), conversando sobre proceso de veeduría ciudadana en pro de los Derechos Humanos dentro del proceso electoral venezolano del 6 de diciembre de 2015, en el Programa radial ENTRE DOS MUNDOS. Conducido por la periodista y locutora Karla Ávila @LaTuristaKAM síguenos también en @2mundosguayana 

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Si eres uno de muchos venezolanos que desea poner en marcha alguna propuesta a favor de los Derechos Humanos en Venezuela, te invito a visitar la web de CEPAZ, organización sin fines de lucro que trabaja desde el año 2012 en la promoción y defensa de los valores democráticos, los derechos humanos y la cultura de paz en nuestro país. A continuación el link: ONG CEPAZ - Centro de Justicia y Paz


También los puedes seguir en twitter CEPAZ para conocer sus próximas actividades a nivel nacional.



Red de Activistas Ciudadanos junto al equipo de CEPAZ


Diógenes Cuares y Gustavo Chuecos envían su mensaje de amor y fe a Ciudad Guayana

Diógenes Cuares, representante de la Confraternidad Ministerial de Pastores de Ciudad Guayana quiso expresarle un mensaje de unión y fe al estado Bolívar. Aquí lo comparto con ustedes.

Gustavo Chuecos, representante de la Confraternidad Ministerial de Pastores de Ciudad Guayana también quiso expresarle un mensaje de amor y fe a todo el estado Bolívar. A continuación comparto el video con ustedes.

Entrevista al editor de la revista RUTA'S, Stephan Luis Nube Rojas - 25/08/2015

AUDIO de la entrevista al editor de la revista RUTA'S, Stephan Luis Nube Rojas en el programa radial ENTRE DOS MUNDOS transmitido desde Ciudad Guayana a través de Pentagrama 107.3 FM. En esta oportunidad conducido por los locutores Karla Ávila @LaTuristaKAM y Eugenio Medori @eugeniomedori y síguenos también en @2mundosguayana 


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La Lcda. Karla Avila entrevista a Tamara Adrián - Programa Entre Dos Mundos 18/12/2015

AUDIO del programa radial ENTRE DOS MUNDOS. Transmitido desde Ciudad Guayana a través de Pentagrama 107.3 FM. Conducido por la periodista y locutora Karla Ávila @LaTuristaKAM síguenos también en @2mundosguayana