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lunes, 4 de febrero de 2013

Ella, que tuvo tantos hijos



IN MEMORIAM

Hoy me llegó esta sorpresa de una colega, compañera de colegio. Briamel González también quiso expresar su manera de ver a nuestra querida Maestra Carmen, así que con su permiso les muestro lo que escribió.

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“Briamel progresa rápido en lectura, pero le gusta darle al pico y sus compañeros no llevan el mismo ritmo. Agradezco lo que puedan hacer en casa para que mi negrita no converse tanto en clases y así sus amiguitos puedan avanzar”, dice una boleta de calificaciones de Kinder B, con un corazoncito en rojo y con el sello del colegio Loyola-Gumilla, fechada en Puerto Ordaz en 1985. La nota fue escrita por la maestra Carmen Emilia, quien seguramente esperaba algún tipo de apoyo por parte de mis papás. 




La respuesta fue la siguiente: “Lo del pico le viene por herencia materna. Lo de la lectura, ya se sabe, es del padre. En casa tomaremos las medidas necesarias, pero hasta ahora no he tenido éxito para detener la verbosidad de la madre, no garantizo nada, pero le estaré informando. Soy una pobre víctima”. Firmado Brígido González Valderrey.




Por esa manía de guardar todo, que heredé de mi abuela, conservo esa boleta y todas las del colegio. Y sonrío al imaginar la cara de la maestra y, claro, por las ocurrencias de mi padre, que siguen siendo así, hilarantes.



Un primo que es docente universitario, y que además conoce a la maestra, leyó el boletín hace un par de años y me dijo: “Esto no tiene ningún tipo de pedagogía. Ningún tipo de método. Esto no pasaría en estos tiempos”. Supongo que tiene razón. Lo que no sé es si los maestros de ahora logran quedarse en la memoria de sus alumnos como ella lo ha conseguido. 



Treinta años después recuerdo algunas de sus clases, las metáforas que utilizaba y cómo me dijo el primer día de clases: “¿González Zambrano? ¡Eres hermanita de Melvin! Ese es hijo mío”. En efecto, mi hermano había sido su alumno 10 años antes. Esa capacidad para recordar a cada uno, esa risa memorable…




Hace unos diez años la entrevisté. Se reía igual que como yo lo recordaba. Le comenté algunas de las travesuras que nos decía: “El padre (los curas del colegio) los regaña si no cumplen el uniforme, si los zapatos son azules en vez de negros. Yo los regaño si no quieren a sus amiguitos del salón, porque querer a los amigos es lo más bonito que hay”. Sonrió de nuevo y me dijo: “No andes repitiendo eso por ahí ni lo publiques, a ver si me buscas un problema, muchacha!”. Antes me dijo: ¿Periodista? ¡Claro, debí imaginar que estudiarías eso!



Cuarenta y seis años estuvo en el colegio. Generaciones y generaciones de alumnos Loyolas pasaron por sus manos. Algunos padres e hijos pueden decir que tuvieron la misma maestra del preescolar. Increíble.



La maestra Carmen ha muerto ayer y yo me quedo con su risa. Me deja la reflexión de cómo el amor y la memoria van a veces tan de la mano. No sé cuántos de ustedes recuerdan a su maestra del kinder, su nombre, su perfume. Yo tengo el gusto de saber que la mía fue extraordinaria.

Madrid, 3 de febrero de 2013.

Mi bella maestra Carmen

     Hace apenas siete días que decidí publicar en este blog un escrito que redacté ocho años atrás a mi querida maestra Carmen, quien fue la segunda educadora que tuve en mi vida. La primera fue Yaritza a quien le decía "Tina", luego les hablaré de ella.

     ¿Cómo describirla?
     Vamos a ver si puedo hacerlo...
    La maestra Carmen que yo conocí y con la cual compartí todo un año escolar, era cálida, amorosa, disciplinada, sembraba valores, muy dedicada a su labor de enseñar, no sólo en el salón sino fuera también, siempre impecable y coqueta, alegre, bondadosa, perpetuamente en pie de lucha lista para lo que saliera al paso, jamás se quedaba sin resolver los inconvenientes del día a día.

     Desde el mismo instante que iniciaba el año académico, ella bautizaba a cada uno como su hijo, sin distinción de ningún tipo ni mucho menos favoritismos. Luego, con el pasar de los años, cuando era el turno de nuestros hijos pasar por su manos, entonces los llamaba sus nietos y así sucesivamente. De hecho, se ponía brava si uno no le pedía la bendición, esa bella costumbre venezolana de invocar a nuestros allegados la bendición de Dios, como para ir protegidos en la vida.

     Y así, al transcurrir el tiempo, pasaron más de 46 años totalmente dedicados a la docencia, a la enseñanza con amor y dedicación.

     Hoy que ya no estás físicamente con nosotros, dedico estas breves líneas para que todo aquel que me lea sepa la importancia de la perseverancia, el amor por lo que se hace y sobre todo, ejercer nuestras profesiones con disciplina sembrando valores por doquier.

   Querida maestra Carmen, soy la niña de los collares, así me decías. Quiero decirte que te quiero, te respeto y Dios nos ayude a conseguir cada día una persona como tú en cada colegio de Venezuela.

     Descansa en paz y que brille la luz perpetua para ti. Amén.

Nota que me escribió la maestra Carmen en el año 1984

lunes, 28 de enero de 2013

La maestra Carmen, fundadora del preescolar en el Colegio Loyola Gumilla



“Aquí todos son mis hijos y mis nietos”




Publicado en ctubre de 2005


     Carmen Emilia Rodríguez Brito, nacida en Moitaco, un pueblo a orillas del río Orinoco nos relata sus inicios en la educación.

Maestra Carmen Rodríguez

     Comenzó su aprendizaje en Ciudad Bolívar en una escuelita improvisada donde le enseñaban las letras, de allí pasó a estudiar en el Colegio Las Nieves y luego en Caracas donde se graduó como maestra normalista en el liceo Miguel Antonio Caro.

Carnen Rodríguez (izquierda)

     De vuelta en Bolívar, las monjas de Las Nieves la invitan a ayudar en el preescolar, precisamente fue como le agarró amor a los niños de etapa inicial, así mismo, su labor fue tan satisfactoria que se quedó allí por tres años y luego cuando llegaron unos supervisores del Ministerio de Educación la convidaron a dar clases en un nuevo colegio, a lo cual se rehusó en varias oportunidades ya que las niñas estaban muy encariñadas con ella y viceversa.

     “Yo daba la cátedra de sociales en otro grado pero las niñas de kinder se colaban en un salón porque no podían estar sin mi, querían estar conmigo todo el día.”
Al final, la perseverancia del Ministerio hizo que saliera de ahí para laborar en el Colegio Josefa Pascal. “Iban de noche hasta mi casa a buscarme porque les gustaba mucho mi manera de trabajar.”

En el colegio Josefa Pascal
     Cambian los tiempos y decide casarse, pero las causalidades de la vida la encaminan a otro destino diferente al que tenía para ese entonces. “Un día, que estaba en la peluquería me encuentro al señor Ricardo Hurtado Izquierdo y él me habla de un colegio que se estaba fundando, era el Loyola, así que me pone en contacto con el Padre Andueza y él va a mi casa para ofrecerme kinder, primer grado, segundo o tercero”. Nadie había escogido kinder, así que sin pensarlo dijo sí a aquel nuevo reto, sólo que esta vez se dedicaría solamente a varones y no a niñas, como lo hacía anteriormente. Todo esto asociado a la falta de materiales y las limitantes de la época en cuanto a un colegio que recién comenzaba por el año 1966 en Chilemex.

Año 1967
     Junto con ella entró Daniela Montico y Fredita, las acompañaban también las Hermanas de Cristo Rey, eran la Madre Amerino, Sanz y Pérez, quienes con mucho amor iniciaban los pasos de aquellos traviesos.

     De ahí se mudaron al Loyola de hoy en día, cuando nada más existía lo que hoy es bachillerato. “Acá no había parque, existía poquito material para trabajar. Sin embargo, gracias al amor y las ganas de trabajar por mis muchachitos logré organizar las primeras exposiciones, tanto de plastilina como de dibujos. Y para incentivar a los niños el Padre Armentia, que en paz descanse, organizaba todos los años un concurso de jardines, el cual que siempre ganaba kinder… lo que ganábamos era una bolsa de caramelos”.

Año escolar 1967 - 1968
     Su vida en el plantel ha sido muy dinámica, tanto que aunque cumplió con sus 30 años formales de servicio, todavía al estar jubilada, sigue adjunta a la coordinación de preescolar. Considera este espacio como su casa, su cobijo, su vida misma.

La maestra Carmen junto a su kinder B marchando durante el desfilde deportivo del año 1985
     Sigue velando por el bienestar de todos con el mismo entusiasmo de antes, porque considera que haber sembrado en una tierra seca, árida y llena de piedras valió la pena para cosechar a largo plazo todos aquellos pequeños afectos.

    “Con el amor que puse logré vencer obstáculos. Imagínate que donde voy me saludan, dicen que estoy igualita. Yo tengo hijos y nietos por todos lados, para mi no crecen, ya viejos y todo son mis niños de siempre, se que ellos me recuerdan con cariño también. Sembrar niños es una cosa maravillosa”.

     Tanta ha sido la gente que ha pasado por las manos de la maestra Carmen que en una oportunidad el Padre Juan Izaguirre s.j., la invitó a reunir a toda esa gente ex alumna para formar lo que hoy conocemos como la Asociación de Antiguos Alumnos del Loyola Gumilla.

Maestra Carmen
    A su memoria llegan los recuerdos del Padre Andueza y el Hermano Armentia, grandes colaboradores, así como también las veteranas maestras que aun están, como lo son Miriam Rodríguez, que es como una hija más para ella, ya que comenzó cuando tenía 17 años e incluso sigue en la faena educativa y la maestra Miraida Pugarito, con cara seria pero como ser humano es un amor. Es así como la “abuelita Carmen”, como la llaman casi todos, ha sido maestra de muchas generaciones de guayaneses.

KAM

domingo, 27 de enero de 2013

Ayudemos a MARIVIC


María Victoria San Luis Valera
Marivic no es más que la unión de María con Victoria, juntos hacen este apodo lleno de amor que su abuelita María Chiquinquirá Nava de Valera le puso al nacer.
El 12 de noviembre de 1985 a las 11:42 de la mañana, nace en el Hospital Uyapar de Puerto Ordaz. Maravillosamente es el mismo día que nació su amada abuelita, sólo que en 1921.
Al año de nacida, luego de varios estudios, los médicos llegaron a la conclusión que la pequeña presenta parálisis cerebral infantil (P.C.I.), es decir, una atrofia cerebral especialmente cortical, algo mayor del lado izquierdo.
Luego, en otros estudios fue mencionado un retardo mental severo; evidentemente sus movimientos no eran coordinados, eran torpes, siempre se movió con ayuda de alguien más porque no tenia iniciativa de moverse ella sola. Se mostraba auto-agresiva lo que hace que se rompa la piel ella misma al igual que sus dientes, a veces hetero-agresiva cuando lanza objetos o sujeta de manera muy fuerte al que se acerque.
Su lenguaje se centra en la emisión de sonidos ininteligibles con tendencia a dar gritos, sobre todo cuando se siente incómoda porque no puede dormir, le viene la menstruación o tiene malestar. Imaginen la situación, cierren los ojos y piensen en un gran dolor o molestia, pero que no lo pueden expresar con palabras ¿qué queda? Dar gritos, lanzar cosas, llamar la atención como sea… ¿cierto? (ruidos que molestan a algunos vecinos que dicen ser bondadosos)
Para asearse y alimentarse depende de otra persona que no sea ella misma, por mucho tiempo fue su abuela materna quien se encargó de ello, luego su mamá que también padece un pequeño trastorno mental (aparentemente esquizofrenia, según un informe médico encontrado); pero el 16 de marzo de 2010 fallece doña María de Valera, su abuela, y quedan estos dos seres solos en el pequeño anexo que acondicionó el vecino, sr. Bladimiro Morillo en la propiedad de los Valera, luego que el reconocido galeno de la zona, Dr. Renato Valera Aguirre, amigo entrañable, falleciera y dejara a Doña María con su hija Mercedes Valera Nava a cargo de aquella gran casa. Por lo cual se decide hacer el arreglo y dejar el otro lado de la vivienda para alquilarlo y vivir de ese pago, al mismo tiempo que la elaboración y venta de las tortas “bienmesabe” más vendidas de aquella época.
Es así como desde el año 2010, Marivic y su madre Mercedes Valera, quedan sin sustento económico, ya que el inquilino que renta la otra parte de la casa se negó a firmar un aumento en la cuota mensual, por lo que se da inicio a una larga y tortuosa disputa legal que va lentamente debido al escaso dinero con el que cuentan estas dos mujeres.
Vecinos, conocidos y amigos se han abocado a ayudarlas pero lamentablemente siempre hace falta algo más, ya que la vida está compuesta de altibajos, a veces se está bien pero a veces mal, ademas de ellos los años no pasan en vano, las estructuras se van deteriorando y la gente va envejeciendo.
Sus vecinos y amigos inmediatos, Bladimiro Morillo, Lucelia Fernández de Morillo, Clara Morillo, Karla Avila, al igual que otros como Petra de Giacobbe y su esposo Umberto Giacobbe, Antonio Seijas, Mercedes de Seijas, la Dra. Morillo, sra. Chinea, familia Iriarte, entre muchos otros consecuentes seres humanos caritativos son los que año tras año, incluso antes de morir la sra. Valera, han velado para que no les falte lo necesario a través de donaciones de todo tipo.
En vista que ambas no tienen familia, nace la iniciativa de la madrina de Marivic, hacer pública y notoria la historia real de esta situación tan cruda e innegable para muchos que se hacen los ciegos, sordos y mudos.
Para mayor información del caso pueden ingresar en el siguiente blog BLOG SOBRE EL CASO DE MARIVIC


lunes, 7 de enero de 2013

La pequeña gran Aariana



Por: Lcda. Karla Avila M.

Hoy quiero hablarles de un tema delicado, es de gran importancia dentro de la sociedad que soñamos perfecta pero que va en sentido contrario. Les quiero hablar del Bullying.
Muchos se fastidian, piensan que es una simple moda hablar de esto, pero en realidad es un tema que corroe día a día la salud mental y física tanto de nuestros niños como adolescentes.

¿Qué es el bullying?
Es el término en inglés para referirse al acoso escolar,  que a su vez representa cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. 

Ahora bien, se preguntarán el por qué decidí hablar de este tema, es sencillo, lo hago porque lo viví de niña y ahora, muchos años después, lo vivió mi hijo, gracias a Dios en distintas épocas supimos sobrellevarlo para salir de ello y no nos tocó con tanta intensidad como les ha sucedido a otros que ya ni siquiera viven.

Es así como por cosas de la vida, las llamadas “causalidades”, supe del caso de Aariana.
Hace unos meses conocí por referencia de su madre a un ser lleno de luz, desde el momento que supe de ella sentí que había algo especial. Pasó el tiempo y se dio la oportunidad de conocerla en persona ya que aunque es venezolana, no vive en el país, ambas viven en Europa.

Ver a Aariana es darse cuenta que destaca sobre los demás, su aura es limpia, es una chica sana, noble y dulce, pero no es tonta, es un ser humano elevado, de buenos sentimientos pero con los pies bien plantados en la tierra, inteligente y con talento para el arte. Ella es cien por ciento auténtica, tan sólo verla es darse cuenta que es así.

Pues bien, esta chica tan especial sufrió severamente por acoso escolar en su antigua escuela, pero lo que más impresiona es la excusa o el argumento de sus agresores, quienes manifestaron que era imposible la existencia de una persona como ella, la llamaban chica “fake”, es decir “la chica falsa”, según los bravucones era una mentira su manera de ser, es decir, dulce, buena compañera, colaboradora, para ellos eso no era real, pensaban que se comportaba así para hacer creer que era buena y luego hacerles daño. Mejor dicho ella aparentaba lo que no es, expresaron los chicos problemáticos.

Confieso que quedé muda por algunos minutos, no podía creer tal argumento, me impactó la idea que estos jóvenes simplemente no crean en la bondad del ser humano. ¿Dónde están sus padres y qué valores les inculcan?

A modo personal, opino que los valores se siembran en casa y se fortalecen en el colegio. Considero que la influencia de la educación familiar es indispensable para subsistir fuera del hogar, dar buen ejemplo a los demás, hacer uso adecuado de la libertad. Las relaciones personales, la seguridad, la fraternidad en el seno de la sociedad se inicia en la familia y por ello es ahí donde se comienza la vida social. Es un error creer que la escuela es líder y culpable total de la educación de nuestros hijos.


Precisamente, gracias a la cultura, amor, responsabilidad, fuerza mental y coraje de Vilma, la madre de Aariana, consiguieron unir esfuerzos para salir de esta pesadilla que significaron los ataques por acoso escolar. Muchas reuniones con los directivos de ese colegio, policía y supervisores lograron aplacar el problema superficialmente hasta obtener las disculpas de los agresores de Aariana. Obviamente al no tener garantizada la seguridad al cien por ciento, decidieron cambiar de institución ahora, felizmente, tienen la oportunidad de estar en un gran colegio de arte donde son flexibles y respetuosos en cuanto a la vida, ser y parecer de cada quien, aquí todos aceptan a Aariana tal cual es, de hecho es una de las mejores estudiantes de todo el plantel.

Desde estas líneas vaya mi reconocimiento para Vilma y Aariana por salir victoriosas de esta situación, por dar el buen ejemplo a los demás aplicando la comunicación, valentía, madurez y amor al prójimo. Del mismo modo, invito a todos los que han leído este escrito a que estén alertas a cualquier situación fuera de lo común con nuestros hijos, no esperemos que sea tarde para tomar medidas si vemos algo irregular y lo más importante, por favor inculquemos valores, la buena educación es la base de toda familia y la familia es la base de la sociedad, sea cual sea su modelo de estructura, como individuos debemos dar lo mejor de nosotros día a día, ser buenos ciudadanos, no copiemos lo malo, copiemos lo bueno y reproduzcamos lo positivo para hacer juntos un mundo mejor o por lo menos más llevadero.


Sólo piensen… ¿Cuántas oportunidades tenemos de vivir la niñez de nuestros hijos? La niñez es una sola, nuestros hijos la viven una sola vez, por ello es importante vivir cada etapa, supervisarlos con cariño y corrigiéndolos. Muchas veces debemos repetir y repetir hasta el cansancio hasta que aprendan las lecciones, pero eso, precisamente forma parte de ser padre o madre, esa teoría de “déjalo ser” no va, a nuestros hijos hay que ayudarlos a desarrollar su mente, su pensamiento hasta que tengan uso del razonamiento por sí mismos. Celebrar sus travesuras, groserías o tener miedo de reprenderlos correctamente (sin agresiones), en mi opinión, lleva a criar seres humanos fanfarrones que considerarán los ataques o malos comportamientos como “normales” cuando en realidad no lo son.

Pongamos sin temor la piedra fundacional para una buena educación familiar y ciudadana.


     En todo caso, al escribir sobre este tema, lo que quiero resaltar es que siempre que haya disposición, valentía y responsabilidad para afrontar este tipo de situaciones, se puede salir positivamente del problema, siempre desde el perdón y limpiando nuestra vida de pensamientos negativos, pasar la página, seguir adelante y ver cada situación como un aprendizaje. Es así como Vilma y Aariana, desde este punto de vista lograron vencer todas las adversidades poniendo en práctica una técnica hawaiana llamada Ho'oponopono, a través de la cual las personas se deshacen de lo negativo desde adentro hacia afuera, es decir, en el interior de cada quien. Ahora bien, de este interesante tema hablaré en una próxima publicación.

     Por lo pronto les dejo un blog muy fresco que encontré sobre el tema: Ho´ oponopono en Venezuela


Para mayor información en relación al "bullying" o acoso escolar dirigirse a los siguientes links: