
No me imagino lo duro que fue para Anna Frank vivir lo que le ocurría. Obviamente lo mío no le llega ni a la suela de sus zapatos pero no deja de doler esta situación venezolana que sinceramente no le veo fin.
No me estoy levantando muy temprano porque escribo, programo y publico de madrugada cuando hay señal para hacerlo.
De día, si hay agua, me baño y/o lavo ropa......