Quisiera comenzar
rescatando palabras de Pablo Villoch, máster en liderazgo estratégico para la
sostenibilidad: “Aprendizaje sostenible
es transformarse uno mismo con el propósito de modificar a la sociedad para que
emprenda satisfaciendo las necesidades del presente dentro de los ciclos de la
naturaleza sin menoscabar las capacidades de las generaciones futuras de
cumplir sus propias obligaciones".
Que interesante es
ver el mismo mundo en que vivimos con una distinta óptica a lo que ven nuestros
ojos en la actualidad.
Tengo buen rato, yo
diría que algunos años, pensando en esas preguntas que hoy nos hace la
profesora Sofía Omaña Montes: ¿Qué nos produce la idea que el mundo está acabándose?,
¿Qué sentimos ante la destrucción del medio ambiente y empeoramiento del cambio
climático? Algo muy grave sucede a nuestro alrededor pero no sabemos cómo
afrontarlo, ¿Se puede evitar? ¿Es suficiente con el análisis y existencia de la
Agenda XXI de aquella cumbre de la tierra del año 1992?
El cambio es ahora,
debe ser de inmediato, análisis hay muchos y ya tenemos el diagnostico general
que es: “El ser humano está acabando con el planeta tierra mediante el efecto
que produce la actividad humana sobre el medio ambiente”. Es una cadena
de consecuencias que se derivan en lo social, económico, tecnológico y la
salud de todos los seres vivos.
Lo primero que debemos
hacer como activistas ciudadanos es presionar a las autoridades (concejales,
diputados, asistentes parlamentarios, consejos comunales, alcaldes y
gobernadores) desde nuestras comunidades para generar el cambio en políticas
que ayuden a preservar el medio ambiente, desde nuestras urbanizaciones,
barrios, pueblos y ciudades hasta abarcar el país entero. Esto se logra no
solamente reclamando sino llevando propuestas concretas, aportando ideas que
bien pudieran ser tomadas de otros países donde tengan óptimos resultados, es
decir, replicar actividades o programas ambientales que se han puesto en marcha
afuera para aplicarlos en nuestro país.
Aquí es indispensable
incluir el desarrollo local sustentable del que habla Pablo Villoch, que indica
“desarrollo de los seres humanos,
satisfaciendo necesidades presentes sin comprometer generaciones futuras y
respetando los ciclos de la naturaleza”.
¿Qué necesitamos para avanzar en este modelo mental con el
que podamos entender mejor mundo?
Sencillo, precisamos
de educación y como dice Villoch: “Comprendiendo
que el mundo y el ser humano no funcionan como máquinas”.
¿En qué debe basarse la educación ambiental?
En actitudes, aptitudes,
conciencia, conocimientos, medición, evaluación y participación a través del
emprendimiento sostenible.
Dentro de mi
inocencia, quiero pensar que si los hippies de los años 60 y 70 no hubieran
comenzado a hablar para aquella época de la preservación del ambiente, hoy en
día el mundo estuviera peor de lo que está. Muchos de ellos empujaron a que la
educación ambiental fuera incluida en los sistemas de educación del mundo.
Ahora bien, según
comenta Pablo, la fundación “The Natural
Step” creada por el doctor Karl-Henrik Robèrt, que agrupa a científicos,
expertos ambientales y empresas comprometidas con la investigación, la
educación y el asesoramiento para el desarrollo sostenible, desarrollaron cuatro
principios socio-ecológicos sobre cómo conseguir un desarrollo sostenible
basado en las leyes de la termodinámica. Ellos creen que ni los humanos ni la
naturaleza, aguantan un crecimiento sistemático de la concentración de
sustancias en la ecósfera por lo cual aseveran que una sociedad sostenible debe
tener en cuenta estos lineamientos:
1. Las sustancias
extraídas de la litosfera no deben acumularse de forma sistemática en la ecósfera.
2.
Las sustancias producidas por nuestra sociedad no deben acumularse de forma
sistemática en la ecosfera.
3.
Las condiciones físicas de producción y de diversidad de la ecosfera no deben
ser deterioradas de forma sistemática.
4.
La utilización de los recursos debe ser eficaz y correcta con respecto a las
necesidades humanas.
Sin querer caer en fanatismos debo decir que este tema
debemos tomarlo como algo personal, solo así, tomando conciencia,
involucrándonos y participando, es que vamos a obtener el cambio que el planeta
tierra necesita para poder seguir vivo y nosotros con él.
Recordar esta idea del periodista y escritor, Eduardo
Galeano: “La utopía está en el horizonte.
Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos
más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”
KAM
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