Entre Dos Mundos Radioshow

Programa radial conducido por la licenciada Karla Ávila.

Demos

Distintos trabajos de locución realizados por la licenciada Karla Ávila.

Activismo Ciudadano

Poner en práctica el valor de la solidaridad es #CuestiónDeHumanidad

Centro de Justicia y Paz

Valores democráticos y Derechos Humanos que promuevan la cultura de paz, el respeto y el entendimiento.

#HeteroAliada que brinda una #MiradaDeRespeto

Orientación que ayuda a promover la igualdad de los Derechos Humanos para la comunidad sexodiversa.

Red Naranja Venezuela

Por el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.

jueves, 17 de noviembre de 2022

Radio Democracia de Ipys Venezuela busca crear comunidad de contenidos sonoros

Radio Democracia de Ipys Venezuela lanzó microsite de podcast realizados por periodistas

Por: Karla Ávila Morillo

El Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela (IPYS Venezuela) tuvo la iniciativa de desarrollar y publicar en un microsite una serie de historias sonoras centradas en temas locales del país situadas en los estados Apure, Bolívar, Falcón, Guárico, Mérida, Táchira y Zulia. Son 10 los podcasts de Radio Democracia que plasman las historias de personas y comunidades de Venezuela que han vivido, en carne propia, el auge de aquella nación pujante y la decadencia generada por la crisis extendida que atraviesa el país.

Estas historias hiperlocales mostradas en contenidos sonoros, llevarán a las personas a escuchar las dificultades que padecen los pacientes con cáncer en el estado Guárico; oír el suplicio de una mujer indígena que busca ser atendida en medio de su parto; escuchar los relatos de aquellos, quienes intentan migrar forzosamente del país, se quedaron en la frontera del estado Táchira con Colombia; conocer, de voz de las propias víctimas, cómo la justicia venezolana promovió la violación de derechos humanos de jóvenes inocentes, quienes fueron detenidos, torturados y sentenciados a pagar una condena que no les correspondía. Así como algunos relatos históricos testimoniales, que se suman como extraordinarios contenidos sonoros referidos desde los estados Apure, Bolívar, Falcón, Táchira y Zulia.



Ocho de los podcasts de “Radio Democracia” son el resultado del perseverante compromiso de un grupo de periodistas que fueron seleccionados por su valiosa trayectoria profesional para ofrecerles capacitación a través de mentorías. Los licenciados en comunicación social Pedro Izzo, Javier Moreno, Ángel Escalante, Mariana Duque, Williams Navarro, Edwin Urdaneta, Karla Ávila Morillo y María Fernanda Rodríguez estuvieron bajo la tutela de Pedro García Otero, con la participación de destacados periodistas como María Isabel Párraga, César Miguel Rondón, Floralicia Anzola, Emilio Recanatini Méndez, Luis Daniel Luengo y Mariana Zúñiga, quienes han fueron parte de talleres, master classes y competencias académicas.





PODCAST 1

CÁNCER EN VENEZUELA: PEREGRINAR PARA VIVIR



En este episodio el periodista Pedro Izzo narra las dificultades de pacientes con cáncer en Venezuela, un país en crisis y con un precario sistema público oncológico que en 2021 registró más de 30 mil muertes por esta enfermedad, según cifras de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV).



Puede escucharlo aquí:

https://ipysvenezuela.org/radiodemocracia/cancer-en-venezuela/

PODCAST 2

CAMINÓ SIETE HORAS Y MURIÓ PARIENDO



Esta crónica sonora producida por el periodista Javier Moreno, narra la travesía de una mujer indígena de la comunidad Pumé en el estado Apure, cuando se encontraba en trabajo de parto.



Puede escucharlo aquí:

https://ipysvenezuela.org/radiodemocracia/camino-siete-horas-y-murio-pariendo/ 

PODCAST 3

DISTINTOS Y DISTANTES



En este podcast el periodista Ángel Escalante cuenta la historia de varios de los venezolanos, quienes, buscando nuevos horizontes, decidieron quedarse en la frontera del estado Táchira con Colombia y ser migrantes pendulares, quienes, a pesar de seguir en Venezuela, no dejan de sentirse distintos y distantes.



Puede escucharlo aquí:

https://ipysvenezuela.org/radiodemocracia/distintos-y-distantes/  

PODCAST 4

SAN JOSECITO, OASIS PARA MIGRANTES



La periodista Mariana Duque cuenta la historia de lo que ocurre en la iglesia San José Obrero, en San Josecito, municipio Torbes del estado Táchira, que desde el año 2019 se ha convertido en un centro de atención de migrantes forzados, bajo la dirección del padre Gustavo Alvarado, quien se ha preocupado en “ayudar a los más pobres entre los pobres”.



Puede escucharlo aquí:

https://ipysvenezuela.org/radiodemocracia/san-josecito-oasis-para-migrantes/

PODCAST 5 

EL YACIMIENTO OLVIDADO DE LOS CUMARÍ



Esta narración del periodista Williams Navarro relata la inacción de las instituciones públicas ante los restos arqueológicos de una comunidad indígena aborigen que se desvanecen entre la desmemoria y la indiferencia.



Puede escucharlo aquí:

https://ipysvenezuela.org/radiodemocracia/el-yacimiento-olvidado-de-los-cumari/

PODCAST 6

PUERTO PÁEZ: FRONTERA, VIOLENCIA Y OLVIDO


El equipo de El Pitazo nos narra la historia en la que proyectos ecológicos abandonados, inundaciones anuales, producción agrícola estancada e inseguridad son las características de la otrora pujante zona comercial de Puerto Páez en la parroquia Codazzi del estado Apure.




Puede escucharlo aquí:

https://ipysvenezuela.org/radiodemocracia/puerto-paez-frontera-violencia-y-olvido/

PODCAST 7

EN BOBURES HASTA SAN BENITO ESTÁ TRISTE



Esta historia es publicada en alianza con El Pitazo a través de su podcast “Pueblos Olvidados”, contenido sonoro del periodista Edwin Urdaneta que retrata a las localidades que hace tiempo atrás recibieron promesas de las autoridades y ahora solo viven en el olvido y la negligencia gubernamental.



Puede escucharlo aquí:

https://ipysvenezuela.org/radiodemocracia/en-bobures-hasta-san-benito-esta-triste/

PODCAST 8

CIMIENTOS DE GUAYANA: PIONEROS DE UNA CIUDAD



Esta serie compuesta por 10 microprogramas cuenta el apasionante proceso de construcción de la primera ciudad planificada de Venezuela, Ciudad Guayana. La corresponsal en el estado Bolívar de quepasaenvenezuela.org, la periodista Karla Ávila Morillo relata, a partir de varias de las voces que fueron testigos de ese crecimiento, cómo el trabajo en equipo, la explotación de minerales y la unión de diferentes profesionales y migrantes levantó esta gran ciudad del oriente venezolano. Este trabajo contó con la asistencia de producción y edición de Gabriel Ávila, voz de la misma Karla Ávila Morillo junto a Miguel Durán y con la colaboración en la edición de Gustavo Ponne.



Puede escucharlo aquí:

https://ipysvenezuela.org/radiodemocracia/cimientos-de-guayana-pioneros-de-una-ciudad/

PODCAST 9

CASOS “GUARIMBA”: PATRONES DE UNA INJUSTICIA



Esta historia de la periodista María Fernanda Rodríguez cuenta cómo cinco jóvenes fueron detenidos y acusados en Mérida por el asesinato de personas durante las protestas sociales de 2014 y 2017. Cada uno de ellos pasó entre cuatro y más de seis años en prisión siendo inocentes. En la cárcel fueron víctimas de torturas físicas y psicológicas, tratos inhumanos y de la corrupción e imparcialidad del sistema de justicia venezolano. Sus casos eran llamados por los propios funcionarios judiciales como Casos “Guarimba”.



Puede escucharlo aquí:

https://ipysvenezuela.org/radiodemocracia/casos-guarimba-patrones-de-una-injusticia/



PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN PARA CONOCER HISTORIAS LOCALES

El Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela (IPYS Venezuela) es una organización sin fines de lucro conformada por periodistas con tres ejes de acción: periodismo de investigación, libertad de prensa y acceso a la información. 

Radio Democracia Podcast está bajo la Dirección Ejecutiva del IPYS Venezuela, Marianela Balbi; Productor General de las historias, Pedro García Otero; Coordinador del proyecto y asistente de producción, Yhoger Contreras; Planificación y Gestión de Proyectos, Carolina Carrera; Formadores del programa, María Isabel Párraga y Pedro García Otero.

Como consultor académico, Eduardo Olmos; Coordinación de Comunicación, Aura Elena García, Diseño y visualizaciones, Camila Agelvis; Desarrollo y soporte Web, Francisco Colmenares; Redes y campaña, Carlos Carreño y Kira Al Assad.

Desde su lanzamiento oficial, en febrero de 2022, el programa “Radio Democracia” https://ipysvenezuela.org/radiodemocracia/ ha fortalecido la capacitación en contenidos sonoros ante la presencia de los desiertos informativos en Venezuela y ante el hecho de que la radio fue mencionada como uno de los medios más usados para informarse en el territorio nacional, motivo por el cual se espera que crezca la comunidad de productores de podcast periodísticos en el país y de esa forma vencer dichos desiertos informativos.

lunes, 31 de octubre de 2022

Gallardía: Las balas que no nos mataron

LAS BALAS QUE NO NOS MATARON

Por: Karla Ávila Morillo

Dice mi psicólogo que, si tuviera que escribir un libro de mi vida se llamaría “Gallardía y resiliencia”, el cual sería un fiel reflejo de “Seguir en pie a pesar de”, una historia agridulce de un viaje en la montaña rusa de emociones que por momentos me derrumbaron, pero luego siempre me hicieron una mujer más fuerte.

Por otra parte, dos colegas periodistas me dijeron: “Has pasado tantas cosas que tienes unas historias dignas de contar”, todos estos comentarios me han impulsado a dejar de narrar testimonios ajenos para relatar parte de mí y de Venezuela.

La semana pasada, por ejemplo, cayó cerca a los pies de mi mamá una bala perdida, que no la hirió e indudablemente no la mató, pero nos hizo reflexionar sobre las vicisitudes a las cuales hemos sobrevivido.

Balas


Escritura como ejercicio terapéutico

Es curioso que, sin ser psicólogo ni psiquiatra, y por supuesto que no pretendo serlo, simplemente me dedico a comunicar ideas, testimonios, noticias, reflexiones, pues es un denominador común que cuando converso con alguien, esas personas conciben un alivio, se sienten atendidas sin ser juzgadas, me refiero a esa escucha activa que le permite a uno concentrarse en lo que dice el otro.

Decía una profesora de castellano del colegio: “Más que oír, hay que escuchar”, esa frase, aunque siendo adolescentes nos causaba gracia sobre todo por la entonación que ella le daba, sin querer la dejó tatuada en muchos de nosotros sus alumnos, quienes hoy, después de treinta años la entendemos de una manera muy profunda.

En primer lugar, el asunto de la escucha activa como proceso de metacomunicación, tal vez para algunos sea incomprensible o les suene como un trabalenguas, pero para mí que soy una PAS (Persona Altamente Sensible) adquiere un significado potente a la hora de ejercer mi profesión, porque voy percibiendo un desglose de movimientos corporales, gestos, palabras, sentimientos, emociones y mensajes que me hacen comprender de un modo muy detallado a esa persona que me está contando parte importante de sus vivencias.

Sin embargo, hoy este ejercicio es conmigo misma, por eso mientras escribo, lloro, no de tristeza sino conmovida porque por primera vez en la vida estoy teniendo compasión conmigo misma. Hoy me estoy escuchando a mí, mis historias, mis anécdotas, mis fracasos y triunfos.

Lo que me dio Venezuela

Mi país me ha dado de todo, con eso me refiero a que he vivido experiencias increíblemente emocionantes tanto para bien como para mal, pero todas han forjado lo que hoy soy.

Ahí nací, en mi Caracas preciosa con mi Ávila amado, ese que cuando lo observo me llena el alma de plenitud, la capital de Venezuela donde siempre pasaba mis vacaciones antes de volver cada septiembre al interior de la selva que se transformó en industrias.

Indudablemente no puedo definir a nuestro país como bueno o malo porque eso sencillamente no es posible para mí, hubo épocas mejores que otras, tuve amigos como hermanos que ya no lo son, confiaba ciegamente en ciertas instituciones y gremios, pero hoy ha cambiado mi forma de analizarlo. Creo que a todo esto le llaman madurar.

Pero ¿Cómo madurar con tanto duelo demorado?, vemos en redes sociales batallas campales por sucesos que pasaron hace más de 50 años, un apego a la nostalgia de la Venezuela de antes, esa que no volverá, esa que cambió, nos tiene soñando y accionando para que las cosas mejoren, aunque sepamos que no depende de una sola persona.

En apariencia, sonreímos, seguimos adelante, porque según el absurdo pensamiento colectivo, los venezolanos todo lo podemos y somos el país más feliz del mundo, pero cuando hurgas en cada persona y su historia particular, te consigues con que hay mucho dolor porque lo que hemos vivido cada uno de nosotros durante los últimos veinte años no ha sido el mar de la felicidad.

Mirar atrás y poder decir “Sí pude”

Por supuesto que pude, pero a qué costo…

Perder a mi padre en un accidente aéreo que nunca esclarecieron; ver morir a mis familiares más cercanos porque el régimen los catalogó como personas de cuarta categoría por pensar distinto y tener criterio propio; que mis hermanos de vida me dieran la espalda por defender derechos humanos y por respetar a las personas LGBTI, es decir, que me irrespeten por querer respetar a los demás, ver esos chats donde se referían a mí con toda clase de insultos y palabras denigrantes hacia mi persona, solo por ser distinta a ellos; estar dentro del ámbito de la defensa de los derechos humanos y escuchar que te digan cara a cara “tú no sirves para esto”, junto a las burlas por no ser lo que esperaban; el descubrir que mi hijo es autista nivel 1 (lo que antes llamaban Asperger) después de dieciocho años de su nacimiento y darme cuenta que yo también tenía la condición más de treinta años después.

No, no soy la víctima, que no me victimice nadie y mucho menos que me estén viendo con lástima, tampoco soy un fenómeno, simplemente estuve muy presente en lo que me tocó vivir y aunque dolió, lo asumí con gallardía y con la visión de creer más en mí y lo que hago porque lo concibo con pasión, amor y observando cada arista de lo que se presenta ante mi humanidad.

Aprendí… Aprendí tan bien que hoy en día puedo interpelar a aquellos que me enseñaron a ser como soy.

Todas estas incidencias personales vienen a ser esas balas que no nos han matado; cada paso dado, cada meta lograda, es lo que me hace recrear en mi mente alguna escena con Trinity (La Santísima Trinidad), Neo (El Mesías) y Morfeo (La Conciencia) en The Matrix; son momentos, hechos, cosas, que en mi sofisticado cerebro que funciona distinto a los “normales”, es simplemente un eterno aprendizaje de lecciones y de fortalecer mis capacidades, a mi ritmo, observando cada avance.

Sin dudarlo lo expreso, el confinamiento durante la época de pandemia derrumbó las cenizas de esa otra yo, y como Ave Fénix, salió de mi otra persona, nueva calidez, otra ser humana que está bajo la piel que habito, una mujer que se auto reconoce como lo que es: mente, cuerpo y espíritu; alma, vida y corazón.

Las personas como yo no buscamos la aceptación de nadie, no queremos ser percibidos como una mal necesario ni mucho menos como regalos del cielo; yo quiero vivir y seguir avanzando en mis metas sin más barreras que no nos permitan desarrollarnos en lo que nos guste hacer.

Metáfora de la Venezuela de las balas perdidas

Mi hermosa Venezuela, mi país, la nación que llevo arraigada en el alma, aquella donde hemos vivido tantos acontecimientos no tan buenos los últimos veintitrés años de desgobierno, pero aun así seguimos de pie y no lo digo para romantizar nuestras desgracias sino porque a pesar de todo, hay que seguir viviendo, porque los venezolanos nos cansamos de promesas incumplidas, de frases de marketing político y bailoterapias tricolores. Por eso muchos decidimos sobrevivir a todo y comenzar a vivir desde nuestras posibilidades.

Constantemente por efectos relacionados con mi profesión, monitoreo la situación dentro y fuera del país, hago seguimiento a venezolanos que se quedaron aquí y los que siguen migrando forzosamente a otras latitudes.

En ese ir y venir en redes sociales, me detuve en el video de una colega que documentó la violencia armada de una zona popular de la capital, en el audiovisual se puede observar a la periodista cenando en el suelo de su apartamento mientras cerca de su vivienda se escucha el telón de fondo de un aguacero de balas.

Indudablemente y gracias a no sabemos quién o qué; algunos dirán que protección divina, otros dirán que no le tocaba o que fue prudente al tirarse al suelo, pues gracias a lo que sea en lo que cada quien crea, ella no murió por ninguna bala perdida, ella no sufrió el daño colateral de morir por un proyectil que no tenía su nombre, sin embargo, veintitrés personas no corrieron con la misma “suerte” y de esa veintena solamente cuatro cadáveres fueron identificados como presuntos delincuentes, de resto eran funcionarios y civiles que no pudieron huir de la zozobra de los daños letales de un plomo que en su rumbo cambia de ruta y de protagonista.

No olvidemos que para el año 2015 en el informe sobre fallecimientos y heridos por balas perdidas en Latinoamérica, elaborado por el Centro Regional de las Naciones Unidas para la Paz, el Desarme y el Desarrollo en América Latina y el Caribe, se dijo que Venezuela figuraba en el segundo lugar en cuanto a los decesos por balas perdidas en Latinoamérica.

Lo cierto es que las pocas o tal vez muchas probabilidades de morir por una bala perdida en Venezuela, no nos quitan las ganas de seguir adelante, nos asustan pero no nos roban valentía; es que obviamente ni vamos bien, ni Venezuela mejoró, ni mucho menos perdemos por cansarnos de lo mismo, al contrario, es precisamente ese agotamiento lo que nos ha hecho mantenernos con firmeza intentando lograr nuestras metas personales y ahora nos enfocamos casi exclusivamente en el futuro inmediato, en el día a día, en alimentarnos y no enfermarnos para no pasar más calamidades.

A pesar de todo lo vivido, aquí nos está pasando algo similar a lo relatado en el guión de la extraordinaria película “La vida es bella” de Roberto Benigni, en Venezuela nos encontramos devastados por la dura realidad, pero no dejamos que se nos note mucho para evitar sufrir nosotros mismos y que tampoco sufra el prójimo más de la cuenta.

En mi caso no me paralizo eternamente a ver esas balas que no nos mataron tiradas en el piso, tengo algunas en mi mano mientras pienso lo que estoy escribiendo ahora, justamente esas dos que no mataron a mi mamá; la realidad es que el sol sigue saliendo todos los días de la vida de cualquiera, aunque lluevan las balas por doquier, las flores siguen naciendo aun cuando a su lado yacen proyectiles.

Esa colega de quien les hablé acaba de tener un bebé hermoso que no solo fue deseado, sino que es bien recibido y amado; las parejas se siguen amando y algunas hasta se casan; microempresarios con muchísimo esfuerzo emprenden; otros más temerarios se gastan los ahorros de un año en ese concierto que siempre soñaron ir, aunque no se sepa con transparencia quién propicia estos eventos que traen a Venezuela.

Estoy segura que en muchos de nosotros prevalece el amor propio, el afecto por el país y por el prójimo, es ese el brío que mueve a algunos venezolanos a seguir adelante con valentía, lo que nos convierte en una suerte de oda a la perseverancia con momentos de desesperanza y mucho dolor, pero que al final decidimos cada uno de nosotros dar ese paso hacia pequeños avances personales, que aprovecho para decir claramente que no es mi intención que mi argumento sea percibido como la romantización de las catástrofes sociales del país, sino como el dejar de sufrir por todo lo que queramos lograr. No creo que sea del todo sano tener que sufrir para lograr metas, al contrario, la planificación, el procesar la realidad tal y como es, el establecer prioridades es lo que nos pudiera mantener de pie.

domingo, 16 de enero de 2022

Desde Colombia Gosman Saldivia rinde homenaje al maestro Jesús Soto

Gosman Saldivia rinde homenaje al maestro Jesús Soto 

Por: Karla Ávila Morillo / Bolívar 

El venezolano Gosman Saldivia, rescatista, experto en seguridad y salud laboral, manejador de emergencias, especialista en el área de búsqueda y rescate en estructuras colapsadas, trabajos en altura y espacios confinados, dedicado también al arte y diseño grafico por su sensibilidad desarrollada al realizar trabajos humanitarios, rindió homenaje al maestro Jesús Rafael Soto, padre y uno de los grandes exponentes del arte cinético o arte del movimiento junto a Carlos Cruz-Diez y Alejandro Otero en Venezuela. Jesús Soto, nació y creció en Ciudad Bolívar, estado Bolívar, para luego abrirse camino hacia su profesión al trasladarse a Caracas y después dar rienda suelta a su creatividad en París, donde en 1955 presentó una fascinante exhibición llamada “Le Mouvement” junto a quienes hoy en día, al igual que él son considerados grandes artistas como Alexander Calder, Marcel Duchamp, Victor Vasarely, Jean Tinguely, Yaacov Agam y Pol Bury. 




En los años 70 destacó con su obra maestra “Los penetrables”, en la que los asistentes podían interactuar con la pieza y entrar en contacto directo con la obra para experimentar el despertar de los sentidos. Tiempo más tarde durante la misma década creó junto al arquitecto Carlos Raúl Villanueva el Museo de Arte Moderno Jesús Soto en Ciudad Bolívar, donde a duras penas, aún existe y se puede admirar la famosa “Esfera de Japón” que simula un sol naciente, lo que en el país Nipón representa la prosperidad, abundancia y alegría. Algunas personas le atribuyen la virtud de iluminar la oscuridad del mundo entero. 

Jesús Soto según Gosman Saldivia
Jesús Soto según Gosman Saldivia



Para Gosman, el maestro Soto es un gran motivo de inspiración, tanto que lo ha iluminado a realizar un humilde, sincero y especial homenaje en una composición que evoca el rostro del artista bolivarense, además aprovecha la oportunidad para invitar a visitar su blog http://gosmansaldivia.blogspot.com donde comparte más de sus coloridas creaciones, igualmente en su instagram @gosmansaldivia

Comenta emotivamente desde el exilio: “Sus obras se encuentran esparcidas por la faz de la tierra, las más conocidas son Los Penetrables, que invitan al espectador a la inmersión óptica y física en un ambiente de cuarta dimensión, por eso hoy siempre te honro maestro”. Si bien es cierto que muchos de los grandes artistas plásticos venezolanos fallecieron o se encuentran fuera del país y que lamentablemente pareciera que la cultura y el arte no tienen el mismo valor que antes en Venezuela, la verdad es que queda un gran legado de quienes ya no están físicamente pero vivirán por siempre a través de sus obras, de ahí la importancia de difundir los conocimientos e ideas de estos artistas gracias al desarrollo de sus facultades intelectuales expresados a través de su arte.

lunes, 29 de noviembre de 2021

Las hermanas de librería Paulinas iluminan desde la penumbra de la desidia

Las Paulinas iluminan sin energía eléctrica

Por: Karla Ávila Morillo / Bolívar

La obra paulina en Venezuela data desde el 15 de noviembre de 1.951 cuando el padre Beato Santiago Alberione escogió a los paulinos para fundar su labor en el país al enviar una carta al Arzobispo de Caracas, monseñor Lucas Guillermo Castillo, con la finalidad de formalizar la misión espiritual de evangelizar en esta tierra.

Las hijas de San Pablo en Guayana

Ya para el año 1.956 las hermanas paulinas llegaron a Caracas a la casa madre, allí estuvieron haciendo su servicio en zonas populares y vulnerables de la capital, su misión siempre ha sido evangelizar con los medios de comunicación, a través de la palabra, los libros, del encuentro con las personas de misiones bíblicas en los pueblos, de ir casa por casa, visitar las cárceles, residencias, centros comerciales, barrios y todo aquel lugar donde pudieran expresar su fe.

Hermanas en la Librería Paulinas del Centro Comercial Moripa
FOTO: Karla Ávila Morillo


Allí abrieron la primera librería y fue en 1.992 por petición de personas que vivían en el oriente del país y las necesidades que reflejaban de tener que viajar hasta Caracas, Barquisimeto o Valencia para poder comprar los productos, fue así que llegaron dos hermanas misioneras a Ciudad Guayana, una de ellas María Elisa González que todavía está en la zona como fundadora, hoy con 82 años y a quien sus compañeras describen como una mujer con coraje, valentía, ganas y sentido misionero de gran oración y entrega de su servicio al prójimo, al igual que María Fernanda De Angeli quien ya falleció.

Ambas arribaron a San Félix acogidas por invitación de una misionera italiana que estuvo aquí, pero actualmente no vive en Venezuela, allí vivieron un año donde se dedicaron a visitar todas las parroquias, los barrios y conocieron a muchas familias llevando el evangelio. Luego, el 19 de marzo de 1.993 consiguieron el local donde están hoy en día en el Centro Comercial Moripa en Castillito, el cual estaba en venta y no tenía un alto precio cuando apenas se inauguraba el edificio, así que con ayuda de la sede principal de la congregación que está en Roma, compraron el local donde está actualmente la icónica librería Paulinas desde hace 28 años.

La hermana Alicia Galíndez manifiesta que ese local es la sede de sus operaciones porque si no fuera por la escasez de combustible, ellas estarían viajando por todo el estado Bolívar llevando fe a todos aquellos venezolanos que padecen necesidades espirituales, sobre todo ahora con la crisis humanitaria compleja que va sembrando desesperanza en las comunidades más alejadas y vulnerables.

Sin embargo, a pesar de las vicisitudes, Galíndez dice: “Nosotras nunca hemos estado estáticas en la librería sino que nosotras nos hemos acostumbrado a viajar, íbamos a Ciudad Piar, Ciudad Bolívar, El Tigre, El Tigrito, a la Gran Sabana, Santa Elena de Uairén, El Dorado, Las Claritas, Tumeremo, Upata y todas las poblaciones del sur, íbamos a las iglesias, los colegios; llevábamos nuestro material porque nunca estábamos fijas en un solo lugar, siempre estábamos en movimiento porque vamos hacia la gente, pero el problema de la gasolina y la pandemia por la Codiv19 es lo que nos ha retrasado”.

Hermanas en la Librería Paulinas
FOTO: Karla Ávila Morillo

Lo cierto es que en la librería hacen el servicio a todas esas zonas, incluso la gente hace pedidos y se les envía, pero cuando pueden se los llevan personalmente. Ella hace referencia a las sabias palabras del Beato Santiago Alberione, quien decía: “Las librerías son centros de difusión de la palabra de Dios, de cultura, de encuentro e intercambio”, donde la gente no solamente va a adquirir un producto, llámese un libro, un rosario, un CD de música religiosa y hasta en una época de esplendor tuvieron el alquiler de películas, videos y música; sino que también tienen todavía un oratorio donde las personas van a encontrarse desde su fe con Dios, igualmente comenta que los muebles de la librería tienen ruedas para poder moverlos y transformar el lugar en un salón donde se reunían con la gente antes de la pandemia, a veces hacían misas y encuentros con los visitantes.

Acota la hermana Alicia: “Esta librería es un centro de socialización porque nuestros temas son muy variados, aquí tenemos libros de filosofía, porque para nosotras la filosofía es muy importante, libros de comunicación, teología, espiritualidad, liturgia, de celebrar la misa, el altar, tenemos diferentes modelos de biblias, rosarios, libros de catequesis para la formación de los niños, niñas y adolescentes para que se preparen a recibir la primera comunión, igualmente la confirmación, también la catequesis de adultos. Además libros de formación en valores humanos para niños, familias, matrimonios, novios, parejas triunfadoras, educación sexual en el sentido más puro de lo que significa la sexualidad humana en un sentido verdadero, sociología, psicología humanística cristiana. Es decir, lo único que no vendemos son textos escolares pero tenemos literatura valiosa”.

Librería Paulinas sin energía eléctrica desde hace más de dos meses
FOTO: Karla Ávila Morillo


Iluminan desde la fe y la perseverancia a pesar de las dificultades pero exigen atención ante la vulneración de sus derechos

Desde el pasado 6 de septiembre de 2021, el local donde está la librería quedó sin energía eléctrica por la explosión e incendio de dos de los tres transformadores del centro comercial Moripa de Castillito, por este motivo las religiosas apelan a la caridad de Corpoelec y todas aquellas autoridades regionales que les competa darle rápida solución a este problema que las aqueja desde hace casi tres meses.

Pero no solamente piden bondad de los corazones de quienes se hacen la vista gorda ante el problema sino que exigen algunos de sus derechos, los cuales se conocen como “derechos económicossociales y culturales” (DESCA) que por cierto incluyen los derechos a la alimentación, a la vivienda adecuada, a la educación, a la salud, a la seguridad social, a la participación en la vida cultural, al agua y saneamiento, entre todos estos la prestación de los servicios básicos, en este caso, la energía eléctrica. No se puede olvidar que estos derechos son universales, indivisibles e interdependientes y están interrelacionados.

¿Cómo se alimentarán si no trabajan?, por más fe que se tenga el pan no caerá del cielo, ellas cumplen a cabalidad con media jornada de trabajo de lunes a viernes, no solamente para llevar la palabra de Dios a quienes lo necesiten sino también para subsistir y dentro de esa subsistencia está el poder comer adecuadamente para gozar de bienestar físico y mental.

“Los derechos económicos, sociales y culturales son los relacionados con el lugar de trabajo, la seguridad social, la vida en familia, la participación en la vida cultural y el acceso a la vivienda, la alimentación, el agua, la atención de la salud y la educación”.

Folleto Informativo número 33: Preguntas frecuentes sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos [en línea] 28.11.2021  https://www.ohchr.org/Documents/Issues/ESCR/FAQ%20on%20ESCR-sp.pdf Consulta del 22.11 al 28.11.21

Pudiera incluirse además, el derecho a la salud y el bienestar como ser humano porque estaríamos hablando de tres mujeres, que trabajan por y para el prójimo entre tres y cuatro horas diarias en un espacio cerrado, sin aire acondicionado, sin iluminación y sin acceso a los métodos de pago tradicionales por la misma falta del servicio.

Estamos hablando de un clima tropical de sabana, con una temperatura promedio de 35 grados centígrados, la humedad media es del 87% y el Índice UV es 6 en Ciudad Guayana, lo que significa que un lugar de trabajo sin luz eléctrica no se puede considerar como apto para condiciones laborales y ambientales saludables para ningún ser humano.

En conclusión, las hijas de San Pablo en Guayana no les están haciendo daño a nadie, al contrario, ellas como todos los ciudadanos de esta región, no solamente desean trabajar, sino aportar a la sociedad una buena educación, cultura y espiritualidad que bien hace falta para seguir adelante en uno de los estados más violentos de Venezuela.

Los derechos culturales incluyen el participar en la vida cultural y beneficiarse de esto, asimismo el derecho a beneficiarse de la protección de los intereses morales y materiales que correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas. Es decir, en un país tan convulsionado como el nuestro, donde reina la desesperanza, son casi obligatorios moral y psicológicamente hablando el poder tener lugares donde poder ir a leer o comprar un libro sin desmayarse del calor.

Esas libertades están definidas en los ordenamientos jurídicos nacionales, regionales y mundiales, también en las leyes, reglamentos, constituciones nacionales y tratados internacionales. Su aceptación como derechos humanos genera obligaciones jurídicas para los Estados, en este caso, el venezolano.

En octubre de 2016 fue aprobado en primera discusión el proyecto de Ley Orgánica del Sector Eléctrico, la cual reza en su Artículo 1 lo siguiente: “Esta ley tiene por objeto establecer las disposiciones que aseguren a todos los usuarios del servicio eléctrico una prestación de calidad tanto técnica como comercial, confiable y al menor costo posible; que creen los mecanismos para permitir el acceso a ese servicio a la población de bajos ingresos; y que permitan el desarrollo sustentable del sistema eléctrico nacional, para satisfacer los requerimientos de electricidad del país”.

En cuanto a los Derechos de los usuarios en el Artículo 26 habla que los usuarios del  servicio  eléctrico  tienen,  entre  otros,  los  siguientes derechos:

  1. Obtener el suministro de energía eléctrica de la empresa distribuidora concesionaria en el área geográfica donde estén ubicados.
  2. Recibir la atención oportuna de sus reclamos, en primera instancia del proveedor del servicio eléctrico, en segunda instancia de la autoridad municipal, y en última instancia de la Comisión Nacional de Electricidad.
  3. Organizarse para participar en la fiscalización de la calidad del servicio eléctrico, en coordinación con la autoridad fiscalizadora municipal.
  4. Exigir y recibir del proveedor del servicio información completa, precisa y oportuna para la defensa de sus derechos.
  5. Obtener de la empresa proveedora del servicio eléctrico una compensación adecuada cuando la calidad del servicio no cumpla con las normas de calidad del servicio eléctrico que  dicte  la  Comisión  Nacional  de  Electricidad,  y  el  resarcimiento  de  los  daños causados por fallas en el suministro de electricidad.
  6. Los usuarios calificados podrán adquirir la potencia y energía eléctrica que requieran mediante contratos con generadores o comercializadores de electricidad.
  7. Los demás que establezca esta Ley y su Reglamento y la legislación en materia de protección al usuario del servicio eléctrico.

Si hablamos de la competencia, el Artículo 40 dice: “El servicio  eléctrico,  en  los términos  establecidos  en  esta  ley,  es competencia de los municipios, por lo que corresponde a ellos la dotación y prestación del servicio, por sí mismos o mediante contratación con terceros”, es allí cuando los ciudadanos se preguntan a dónde van los impuestos que pagan, muchas son las personas que se dudan si esto quedó esto como letra muerta.

Ley Orgánica del Sector Eléctrico [en línea] 28.11.2021  https://transparencia.org.ve/project/ley-organica-del-sector-electrico/ Consulta del 22.11 al 28.11.21

Prohibido olvidar que el avance de un derecho facilita el desarrollo de los demás, así como la privación de un derecho afecta negativamente a los otros. Lo que quiere decir que el no tener energía eléctrica afecta el derecho al trabajo, a su vez al bienestar, buena salud, alimentación y acceso a educación como también la cultura.

Dicho en criollo, es una especie de efecto bola de nieve que hace ascender aceleradamente el deterioro de la calidad de vida de los ciudadanos, una cosa va llevando a la otra generando acciones negativas similares mientras los problemas se salen de control, creando un círculo vicioso y un país donde no se respeta nada y quien exige vivir dignamente es visto como un tóxico desubicado.

Algo de lógica simple no está de más

Es cierto, nadie anda con un cartel propagandístico prohibiendo que las personas vayan a la Librería Paulinas, ni se les ha dicho directamente a las hermanas que no le van a poner la luz, pero indirectamente se les está negando el arreglo o compra de los transformadores por no existir recursos suficientes y eso no es responsabilidad de las hermanas, porque no fueron ellas las que quemaron los transformadores. Es responsabilidad de la empresa estatal garantizar, no solamente la atención oportuna a dicho reclamo, sino que cada ciudadano reciba respuesta rápida sobre su requerimiento de conformidad con el deber ser.

Expresa Galíndez: “Hemos tocado muchísimas puertas solicitando ayuda para que se resuelva este problema porque estamos dando el servicio porque somos misioneras, no nos importa pasar calor y estar aquí trabajando, pero no podemos hacerle eso a las personas que vienen a la librería y someterlos al calor, además que no podemos usar el punto de venta, entonces casi que los obligamos a comprar en efectivo o en pagomóvil que muchas veces, no todas las personas lo tienen, por eso nosotras apelamos a la caridad de Corpoelec, queremos que vengan y nos ayuden a solucionar para que nos pongan la luz por lo menos del poste de la calle para que nosotras podamos dar nuestro servicio, queremos también hacer la novena de navidad con el grupo de colaboradores que vienen siempre a la librería, claro, con las normas de bioseguridad, igualmente darle la oportunidad a la gente que venga a nuestra capilla que es un oratorio donde la gente viene a orar, a encontrarse con Dios”.

Tanquillas en la Librería Paulinas
FOTO: Karla Ávila Morillo


Finalmente ellas quisieran que se haga realidad la ayuda, que sean escuchadas, porque la administración del centro comercial ya hizo el reclamo formal ante Corpoelec, de hecho, las religiosas como propietarias del local, ya dieron una cuota de dinero para que se limpiara el lugar donde estaban los tres transformadores, se evaluara el estado de los aparatos donde se supo que dos de estos se dañaron por completo y uno tiene arreglo, ahora bien, el arreglo y restitución de cables tiene un costo superior a los 1000 dólares que es imposible para ellas poder pagarlos, además los inquilinos que estaban en el centro comercial eran alquilados y se mudaron, prácticamente se quedaron solas en la planta baja del edificio.

Tanquilla donde están los transformadores de Librería Paulinas
FOTO: Karla Ávila Morillo


Con respecto a la seguridad, afirman que las han robado dos veces por lo que ahora trabajan con la reja cerrada y atienden previa llamada o aviso, abren la librería de nueve de la mañana a doce del mediodía porque en la tarde ya no se atreven a quedarse solas, igualmente aprovechan la oportunidad para opinar que les parece sospechoso que dos funcionarios policiales acudan al lugar semanalmente a tomarse fotografías en la parte exterior de la librería y luego se retiran, ellas no saben a qué se debe esa situación ni para qué se toman esas fotografías. Estos policías nunca han entrado al local, no han hablado con las monjas, ni tampoco dan rondas preventivas para brindarles protección.

El llamado es a quien pueda influir en la toma de decisiones para una solución rápida y adecuada a este problema que no solamente afecta a las religiosas sino también a los otros propietarios e inquilinos como a todas las personas que desean adquirir los productos o ir a buscar un poco de paz espiritual.

lunes, 28 de junio de 2021

Les presento a Fundación Lucelia "Academia de solidaridad"

Así nació mi fundación

Fundación Lucelia “Academia de Solidaridad” nace de la inquietud de querer hacer algo más, es decir, desde muy niña he sido activista, recuerdo que la primera acción que llevé a cabo fue a mis 5 años de edad cuando mi maestra Carmen Rodríguez Brito, quien daba clases en el kinder del colegio Loyola Gumilla nos explicó que en el mundo habían niños que no tenían escuelas, ni comida, ni juguetes, que esos niños eran pobres. Recuerdo que ese testimonio me causó un  profundo sentimiento de tristeza, lo cual me hizo buscar en mi casa algo que pudiera donar para que se lo hicieran llegar a los niños pobres en África y así fue como empezó mi camino por la solidaridad hacia el prójimo.



Fundación Lucelia "Academia de Solidaridad" - Misión


Ahora bien, durante el año 2017 consumo la idea de hacer ese “algo más” y lo materializo en el nacimiento de mi fundación inspirada en mi abuela materna, la señora Lucelia Fernández De Morillo, mujer larense que vino a Guayana a formar familia junto a Bladimiro Morillo y ambos fueron forjadores de una ciudad que apenas nacía. La abuela Lucelia inculcó en mí los valores que hoy enseño, también me dio mucha fortaleza para sobrepasar las vicisitudes de la vida.

A principios del año 2018 comencé las actividades de la organización gracias a la invitación del artista plástico y educador Artemio Fierro, para participar en conversatorios educativos en la escuela Diego de Ordaz, la antigua anexa ubicada en la urbanización Campo A de Ferrominera.


Fundación Lucelia "Academia de Solidaridad"



Los mayores desafíos que enfrentamos como organización no gubernamental en un país en dictadura

El primer gran desafío era justamente dar ese primer paso a crearla, es decir, poder determinar qué era lo que quería hacer, entonces me tocó estudiar un poco cuál sería la misión, la visión, sinterizar todas mis ideas en una sola página para poder arrancar con bases sólidas.

Al principio hubo valiosas colaboraciones por parte de Gabriel Salicetti quien voluntariamente apoyó el perfeccionamiento de los cimientos de la fundación, igualmente Beatriz Borges de CEPAZ, Juan Carlos Mogollón de REDAC, el profesor Frank Jansen de la UCAB Guayana y Alí Daniels de Acceso a la Justicia quien es un gran maestro en todo sentido.

Luego se fueron presentando barreras que no dependen de mí, son aquellas que tienen que ver con la censura y coacción en contra de las Organizaciones de Sociedad Civil, sobre todo las que hablamos de derechos humanos en un país en emergencia humanitaria compleja, caos social y económico que no nos permite desarrollarnos libremente o como uno quisiera hacer las cosas.

En reiteradas oportunidades, desde Fundación Lucelia hemos hecho y seguiremos haciendo llamados de alerta y rechazo, ante el avanzado deterioro y amenaza a los derechos civiles de los venezolanos, así como la criminalización de las organizaciones de derechos humanos por parte del gobierno.

No aceptamos que se omita la existencia de normas constitucionales, leyes y resoluciones en Venezuela que protegen y regulan la actividad de las organizaciones conforme a su naturaleza sin fines de lucro y su carácter de asociaciones libres, autónomas e independientes.

El trabajo de las ONG en Venezuela es extraordinario, muchos trabajamos con pocos recursos materiales, sin embargo, considero que es el recurso humano lo que más valor tiene dado que todo lo que hacemos es prácticamente contra viento y marea, con un gran esfuerzo para lograr nuestros objetivos, que no son otra cosa que ejercer ciudadanía.

 Enfoques innovadores que han funcionado en Fundación Lucelia

Uno de mis lemas es: “Mientras más dificultades, mayor compromiso de salir adelante”. Con esto quiero decir que no nos rendimos, que aunque el camino sea largo, lo vamos a transitar con fe, ahínco, perseverancia y responsabilidad.

Otro lema que nos define es: “En todo, amar y servir” de San Ignacio de Loyola, lo que quiere decir que cada paso que damos lo hacemos con gran amor propio, por Venezuela y por el prójimo; si bien es cierto que no poseemos grandes sumas de dinero como para llevar a cabo nuestros proyectos, también es verdad que queremos brindar calidad humana y desde nuestras profesiones ponernos al servicio de la sociedad.

Esta época de confinamiento por la pandemia de la Covid19 siento que hemos crecido en cuanto a probar nuevos métodos para llegar a los demás, las redes sociales, las videoconferencias y aplicaciones móviles han sido claves para llevar a cabo nuestros proyectos y actividades.

Entre el 2020 y lo que va de 2021 participamos en más de 60 actividades entre  conferencias, cineforos, forochats, tuitazos, acciones para redes sociales y la más importante que es la campaña “Migración Segura” la cual está sonando en más de 15 emisoras de la zona andina de Venezuela y que pronto relanzaremos por instagram y otras emisoras que desean unirse. En esta campaña nos acompañaron las organizaciones nacionales: Acceso a la Justicia, Caleidoscopio Humano, Kapé Kapé, REDAC y Unión Afirmativa.

Retos que tiene por delante la organización en un momento en el que los derechos humanos por un lado toman fuerza y por otro son cuestionados

Es importante acotar que los derechos humanos no son una moda, estamos hablando que desde la Declaración Universal de los DDHH se han reconocido ampliamente por abrir el camino para la adopción de más de setenta tratados que se aplican desde 1.948 hasta hoy en día a nivel mundial.

Tal y como lo dice la DUDH, la libertad, justicia y paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca e inalienable a todos los seres humanos.

Foro on line de Fundación Lucelia


Todas las personas debemos entender que para ejercer ciudadanía con responsabilidad es primordial cumplir con nuestros deberes y respetar nuestros derechos, por lo tanto no deberían existir brechas que desconozcan y ni menosprecien los derechos humanos.

A mi juicio quien cuestione los derechos humanos, estaría cuestionando a la misma humanidad.

Los derechos de las mujeres en la sociedad

Trabajar por la equidad de género y en pro de los derechos de las mujeres es ir contra la corriente desde siempre, toda vez que se está luchando frente a conductas aprendidas machistas que van en perjuicio de ellas, por eso es indispensable reconocer el valor de las mujeres para promover el progreso social y elevar su nivel de vida, porque eso significa progreso para todas las personas.

No se trata de pensar que las mujeres son superiores que los hombres ni mucho menos entablar una competencia entre géneros sino más bien fomentar el reconocimiento de cada quien desde lo humano, desde el respeto como ser vivo que siente, padece, se desarrolla y desea evolucionar dentro de la sociedad.

Campaña #MantenteFirme - Foto: William Urdaneta


Derechos que no se exigen, se pierden, y en el caso venezolano las mujeres no solamente pierden derechos sino también sus vidas ante la desidia de un Estado y una sociedad que la ignora, basta con ver quiénes son las cuidadoras en los centros de salud públicos y privados para darnos cuentas que son mujeres las que están en la primera línea de batalla contra la Covid19, otro ejemplo es ver cómo cuando una mujer acude a los órganos receptores de denuncias de violencia de género son ridiculizadas y revictimizadas, siendo este el eslabón clave para poder obtener justicia pero está roto por la corrupción, falta de empatía y desconocimiento del prójimo; y así en muchos ámbitos de la vida diaria donde se normalizan ciertas conductas que hacen a la mujer invisible.

 

Valores, principios y derechos que promueve la Fundación Lucelia

Fundación Lucelia es una academia de solidaridad que educa en valores, principios y derechos humanos. Ofrecemos la oportunidad de formación complementaria en áreas de cultura de paz, interculturalidad, valores, educación, bienestar y derechos humanos para integrar dichos conocimientos a su vida personal y profesional.

Objetivos de Desarrollo Sostenible en Fundación Lucelia - ODS


Promovemos todos los derechos humanos pero hacemos énfasis en los derechos de las mujeres, pueblos indígenas, personas con discapacidades, personas LGBTI, derechos de los niños, niñas y adolescentes.

Fomentamos la permanencia en una educación de calidad basada en humanismo a través de su vida personal y acción social, de manera que puedan tener influencia en sus colegios, hogares, comunidades, regiones.

KAM

Ver: Fundación Lucelia "Academia de Solidaridad" 


Esclavitud sexual en zonas mineras del estado Bolívar

La situación de esclavitud sexual se agudiza en zonas mineras porque es un círculo vicioso que depende de varios factores que lo alimentan.

Esclavitud sexual - Foto referencial - Cortesía


Desde hace varios años se escuchan testimonios de prostitución forzada bajo distintos tipos de coacciones psicológicas o abuso de poder de ciertos grupos armados que obligan a algunas mujeres a cometer actos de naturaleza sexual, del mismo modo la esclavitud sexual con fines de explotación mediante privación ilegítima de su libertad.

En las zonas mineras abunda la presencia de grupos irregulares que controlan ciertos sectores bajo violencia armada que obliga a los habitantes a seguir normas impuestas para poder sobrevivir lo que incluye el reclutamiento de mujeres, niñas, niños y adolescentes.

Nos han contado de casos en los que a las mujeres les quitan sus documentos de identidad para que no puedan movilizarse, por ejemplo.

Entonces, vemos como la vulnerabilidad de algunas mujeres en cuanto a las carencias económicas les empuja a aceptar ciertos ofrecimientos que no son del todo transparentes o simplemente creer en historias de éxitos efímeros que al final no son ciertas, es decir, en algunos casos van a estos lugares con falsas esperanzas; lo cruel y delicado de esta situación es que puede que no vuelvan más a la ciudad de origen.

Los ofrecimientos van desde obtener oro, conseguir ganar mucho dinero rápidamente y en muchos casos conquistar algún estatus dentro de estas comunidades mineras. Lo que se traduce en todo sentido en comercio con oro y control de grupos de delincuencia organizada.

La insatisfacción social lleva a las personas a arrojarse a estas aventuras que no siempre tienen un final feliz y a su vez este ambiente minero violento hace que sea caldo de cultivo idóneo para captar a mujeres incautas, de ahí la importancia de educar a niñas, niños y adolescentes para que no sean presa de personas con malas intenciones.

 

 ¿Qué está haciendo el Estado para erradicar la esclavitud sexual en zonas mineras?

Casi todo lo que sucede en las zonas mineras es un secreto a voces; entorno a estos lugares se ha creado una suerte de leyenda urbana sureña que indica que toda aquella persona que viaje y se instale en el arco minero, será millonario en un día. Y esta situación no es exclusiva del estado Bolívar, este tipo de pensamiento es recurrente en toda zona que viva de la minería, es lo que llaman la fiebre del oro venezolana, cuando ocurre esta migración apresurada y masiva en busca de riquezas, que gradualmente se está convirtiendo en oro de sangre debido a la extracción ilegal del mineral, el uso de la violencia armada para controlar territorios donde existan minas y finalmente la muerte de quienes solo buscan bienestar económico.

Ahora bien, para poder ingresar a estas zonas, no pasas menos de 10 puestos de control, entre los oficiales e irregulares, bien sean militares o de quienes cuidan estos sectores, adicionalmente tenemos un Ministerio de Desarrollo Minero Ecológico, otro Ministerio de Petróleo y Minería que en su visión profesa lo siguiente: “Garantizar la soberanía del Estado venezolano sobre el aprovechamiento responsable, sustentable, eficiente y sostenible de las riquezas minerales no renovables, con el mínimo impacto en el ambiente y su diversidad biológica, gracias al uso eficiente de la ciencia y la tecnología, con la participación equilibrada de todos los actores vinculados con la actividad minera”, contamos con un marco jurídico que va amparado desde la Constitución Nacional, pasando por leyes orgánicas, constitucionales, especiales, decretos presidenciales, resoluciones ministeriales, resoluciones del Banco Central de Venezuela, entre otros documentos; entonces todo esto lo que indica es que, no es el minero artesanal que lleva años trabajando esas tierras sino el Estado quien tiene el mayor poder de decisión sobre esas zonas.

Prácticas engañosas para llevar a las mujeres a prostituirse a zonas mineras  

¿Cómo no puede ser atractivo para cualquier persona que le ofrezcan riquezas cuando vive en carne propia una emergencia humanitaria compleja, lo que se traduce en: carencia de servicios básicos, poco acceso a la salud, a empleos con buena remuneraciones, educación de calidad, en fin, una vida digna.

La creencia popular de tener riqueza inmediata por trabajar en una mina de oro alimenta precisamente esa fiebre por el valioso mineral.

La omisión, la opacidad de información, el silencio, la censura y vox populi que solo se queda en la opinión pública como algo que sucede pero no hacemos nada, fomenta precisamente esa fantasía de querer irse a la selva y volver millonario a la ciudad.

Todo se basa en una relación de poder, quienes captan ofrecen beneficios y las mujeres vulnerables económicamente buscan solventar sus necesidades. Esta interrelación entre quienes ofrecen y quienes necesitan sobrevivir es lo que sigue sosteniendo el círculo vicioso.

Si les dijeran la verdad, obviamente no irían a arriesgarse, porque quedaría en evidencia que el riesgo es mayor a lo que posiblemente ganarían.

Es muy importante que se sepa, que no solamente son hombres quienes captan sino también pueden ser mujeres que fingen ser amigas para enamorar a personas incautas y dibujarles panoramas maravillosos, de ese modo convencerlas y llevarlas a las minas.

Lamentablemente algunos padres y madres también incentivan los viajes de sus hijos e hijas a las minas porque para ellos está normalizado soñar con un futuro mejor rápido gracias a la infinita e imaginaria bondad de la minería.

Exigencias al Estado venezolano

El exhorto para este y cualquier otro gobierno de turno es a que haga las cosas bien, a que deje de un lado las mezquindades y luchas de poder, que no solamente se interesen en los temas relacionados al respeto de los derechos de las mujeres y niñas sino que cumplan con el mandato constitucional en primer lugar, de proteger nuestro medio ambiente, de preservar y respetar la vida de los pueblos indígenas y finalmente erradicar la violencia contra las niñas, adolescentes y mujeres que se ven afectadas directa o indirectamente por las actividades ilícitas relacionadas al Arco Minero. No lo digo yo, lo dicen las leyes que ellos mismos aprobaron.

Ver: 

La esclavitud sexual: un fenómeno alarmante en las minas del estado Bolívar 

KAM